Bienvenidos hermanos al Rosario Viviente Latinoamericano. El propósito de este blog es dar a conocer a la gran asociación del Rosario Viviente Latinoamericano , anteriormente llamado Rosario Viviente Puerto Rico. Es una fórmula muy sencilla para hacer que el mundo se una en un gran abrazo de paz con la oración que más le gusta a la virgen: la meditación del rosario.
Bienvenidos a orar los unos por los otros.
Es una fórmula muy sencilla para hacer que el mundo se una en un gran abrazo de paz con la oración que más le gusta a la virgen: la meditación del rosario. Se llama rosario viviente porque es un rosario hecho de muchas personas, hombres, mujeres y niños que dispuestos a compartir la alegría de su fe, ruegan al señor unos por otros, multiplicando el amor en cada avemaría y padrenuestro, disfrutando del evangelio que es palabra que da vida en cada misterio.
Para conseguir este fin se organizan grupos de 15 personas, comprometiéndose cada una a recitar diariamente a la hora que desee una decena del rosario, meditando el misterio que le toca.
Todo lo bueno viene de Dios, por eso el Espíritu Santo fue quien le inspiró esta fabulosa idea a una jovencita francesa llamada Paulina Jaricot,fundadora también de la Obra de la Propagación de la Fe, quien con gran devoción a la Virgen y preocupación por la conversión de los pecadores con el gran sentido misionero, en 1826 funda el Rosario Viviente para propagar en la Iglesia esta forma de oración.
Cada país tiene su casa misionera con su respectivo correo electrónico a la que deben acudir dependiendo de donde vivan para solicitar ser miembro del rosario viviente. En la pagina del rosario viviente latinoamericano https://www.facebook.com/home.php#!/kariliam y en este blog podrán encontrar un link que los llevara directamente a cada casa misionera. Las personas que deseen formar parte de esta bella misión deben de ponerse en contacto por los correos electrónico y expresar su deseo de ser un miembro activo y comprometido con el rezo del misterio que le sea asignado, allí deberán dejar los datos requeridos para su inscripción.
Gracias por tu visita y seas bendecido en el nombre de Jesús y María.
Ven espíritu santo llena los corazones de tus fieles, enciende en ellos el
fuego de tu amor, envía tu espíritu y todo será creado y renovaras la faz de la
tierra. Oh dios que has instruido los corazones de tus fieles, a la luz
del espíritu santo, concédenos que sintamos rectamente con el
mismo espíritu y gocemos de sus divinos consuelos por Cristo nuestro señor.
Amén.
San miguel arcángel, defiéndenos en la batalla se nuestro auxilio contra la
perversidad y acechanzas del demonio, reprímale, suplicantes te pedimos, y
tu príncipe de la milicia celestial con tu divino poder arroja al infierno
a Satanás y todos los espíritus inmundos que andan por el mundo para
la perdición de las almas. Amén.
Oración a María
Reina de los ángeles ¡oh augusta reina de los cielos
y señora de los ángeles!
pues habéis recibido de dios el poder y la misión de aplastar la cabeza de la
serpiente infernal; dignaos escuchar benigna las súplicas que humildemente os
dirigimos; enviad las santas legiones para que, bajo vuestras órdenes, combatan
a los demonios, donde quiera repriman su audacia y los persigan hasta precipitarlos al abismo.
¿quién como Dios?
Santos ángeles y arcángeles, defendednos y guardadnos. ¡Oh buena y tierna madre!
vos seréis siempre nuestro amor y nuestra esperanza. ¡Oh divina madre!
enviad los santos ángeles para defendernos y rechazar lejos al demonio, nuestro mortal
enemigo.
Amén.
Oración a María
Reina de los Ángeles ¡Oh Augusta Reina de los Cielos
y Señora de los Ángeles!
Pues habéis recibido de Dios el poder y la misión de aplastar la cabeza de la
serpiente infernal; dignaos escuchar benigna las súplicas que humildemente os
dirigimos; enviad las santas legiones para que, bajo vuestras órdenes, combatan
a los demonios, donde quiera repriman su audacia y los persigan hasta precipitarlos al abismo.
¿Quién como Dios?
Santos Ángeles y Arcángeles, defendednos y guardadnos. ¡Oh buena y tierna Madre!
Vos seréis siempre nuestro amor y nuestra esperanza. ¡Oh divina Madre!
Enviad los Santos Ángeles para defendernos y rechazar lejos al demonio, nuestro mortal
enemigo.
Amén.
lunes, 9 de enero de 2012
"Pauline Jaricot, una mujer siempre actual"
Pauline Marie Jaricot de Lyon(1799-1862), declarada "venerable" por el Papa Juan XXIII el 25 de febrero de 1963, dedicó su vida a la misión, la oración y el servicio a los pobres: fundó la Pontificia Obra para la propagación de la Fe (3 de mayo de 1822) y el movimiento del Rosario Viviente (1826). En el 150 aniversario de su nacimiento en el cielo, 9 de enero de 2012, las Obras Misionales Pontificias de Francia han puesto en marcha un coloquio internacional sobre "Pauline Jaricot, una mujer siempre actual", que tiene como objetivo reflexionar sobre el motivo del año jubilar, cómo una sencilla chica joven, fue capaz de dar un nuevo dinamismo a la misión universal, católica y ha presagiado el movimiento del catolicismo social. Este coloquio internacional se celebrará el lunes 9 de enero en Lyon (Francia), donde Jaricot nació y está enterrada, en presencia del cardenal Philippe Barbarin, arzobispo de Lyon, primado de las Galias, presidente de la Asociación francesa de las Obras Misionales Pontificias, y del Secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, su excelencia monseñor Savio Hon Tai-Fai, y los Secretarios Generales de las Obras Misionales Pontificias.
Más de 300 diócesis en el mundo celebran a Pauline Jaricot, pionera de la misión ad gentes
Más de 300 diócesis del mundo en los cinco continentes, celebraran el 9 de enero, el 150 aniversario de la muerte de Pauline Jaricot: informa a la Agencia Fides el Padre Timothy Lehane Barrett, secretario general de la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe. Uniéndose a las celebraciones jubilares, en más de 300 diócesis se celebra la santa misa, se rezara y se reflexiona sobre la figura del Jaricot, como una "mujer de nuestro tiempo". "Fue una mujer laica que vivió la universalidad de la Iglesia y la universalidad de la misión de gentes como una auténtica pionera. Nosotros también queremos que las Obras Misionales Pontificias de hoy , en su memoria, renueven el espíritu y la vocación universal a la misión. Esperamos que la animación misionera, en el año Porta Fidei, pueda encontrar una nueva vida y un nuevo dinamismo "señaló el Secretario. (PA) (Agencia Fides)
El corazón misionero de Paulina Jaricot la llevo a diseñar el carisma de la Propagación de la Fe con una mirada universal y una compasión entrañable hacia los más pobres de la tierra, de quienes decía “son ellos los que nos hacen el honor de aceptar nuestro dinero”.
El Beato Juan Pablo II, ahondando en las intenciones que movieron a Paulina Jaricot a trabajar para apoyar con la oración y la ayuda económica las misiones, se expresaba así: “La compasión que sentía por los pobres y por la miseria de los que no conocían a Dios impulsó a Paulina a organizar una colecta para la actividad misionera de la Iglesia, pidiendo a cada uno un sacrificio que contribuyera a unirnos a Dios y que es, como decía san Ireneo, el signo auténtico de la comunión con el prójimo”. Estas palabras del Papa nos ayudan a sentirnos corresponsables de la misión, a sentir y hacernos cargo como Paulina Jaricot.
Por otro lado esta joven laica concebía el sostenimiento de las misiones sobre dos pilares: la cooperación espiritual a través de la oración y la cooperación material. De allí que haya creado el Rosario Viviente como “una cadena de corazones unidos por la oración” a favor de las misiones.
El testimonio misionero de Paulina Jaricot a 150 años de su muerte sigue siendo tan actual, que en el marco de la Colecta Pro-África, nos muestra una vez más que la misión evangelizadora no puede ir separada de la solidaridad con los pobres y su promoción integral (Cf. DA 545)
El Rosario Viviente, una cadena de corazones comprometidos
Siempre tenemos que recordar que entre las formas de participación en la misión, el primer lugar corresponde a la cooperación espiritual: oración, sacrificios, testimonio de vida cristiana. La oración debe acompañar el camino de los misioneros para que el anuncio de la Palabra resulte eficaz por medio de la gracia divina (Redemptoris Missio, 78)
Cuando rezamos el rosario somos realmente misioneros. Esta oración nos permite acompañar a cada uno de nuestros misioneros y rezar por todos aquellos que anuncian el Evangelio en distintas partes del mundo, trayendo también a la memoria las necesidades de nuestras familias y de nuestra patria.
La Venerable Paulina Jaricot, fundadora de la Pontificia Obra de la Propagación de la Fe, en el año 1822, ideó un “Rosario Viviente”, con la certeza de que la oración es la que hace fecunda la actividad misionera. Se trataba de formar “una cadena de corazones comprometidos” con la misión desde la fuerza de la oración”. A Paulina le basto reunir a quince personas por grupo y que cada una rezara cada día un misterio del rosario con una mirada universal, meditándolo.
Recordemos la afirmación de Santa Teresita, Patrona de las misiones: “Toda mi fuerza se encuentra en la oración y en el sacrificio; esas son las armas invencibles que Jesús me ha dado, y logran mover los corazones mucho más que las palabras.”
Hoy como ayer, también nosotros podemos ser parte de “una cadena de corazones comprometidos” invitando a otros a rezar por las misiones y los misioneros del mundo entero. Seamos parte de un Rosario Viviente que fecunde la misión de toda la Iglesia.
La vida de Paulina Jaricot, es una fuerte invitación a promover el espíritu misionero y el compromiso con la misión. Un compromiso que tiene su punto de partida en la oración, para después dar gratuitamente lo que gratuitamente hemos recibido poniéndonos al servicio de los demás. El amor es creativo, como lo podemos ver en la vida y obra de Paulina, y seguramente cuanto más unidos estemos a Jesús, con más claridad podremos ver el modo concreto de comprometernos con la misión universal de toda la Iglesia.
Por último podemos afirmar que la estrategia de Paulina para cooperar con las misiones, nos habla de una mujer práctica, y de una mirada grande, capaz de ver toda la Iglesia y de trabajar codo a codo con otros. El Rosario Viviente con el que comprometía a muchos otros a rezar por las misiones, la colecta misionera en la que involucraba a otros, nos hablan de una mentalidad abierta, decidida, tenaz y sobre todo de un estilo de vida donde es esencial compartir, ser solidarios y vivir la comunión. Su capacidad de acogida, enriqueció la dimensión materna de la Iglesia misionera, muy especialmente en su testimonio de atención a los más pobres de la tierra.
Recopilacion de textos tomados de la web.
jueves, 8 de septiembre de 2011
Natividad de Maria
Hoy los feligreses católicos celebran el nacimiento de la Virgen María, una fiesta litúrgica en el santoral católico y en la mayoría de los santorales anglicanos que se efectúa, nueve meses después de la solemnidad de su Inmaculada Concepción celebrada el 8 de diciembre.
Esta fiesta, como la de la Asunción de María, tiene su origen en Jerusalén. Comenzó en el siglo V como la fiesta de la basílica Sanctae Mariae ubi nata est, actualmente la Basílica de Santa Ana. En el siglo VII, la fiesta se celebraba por los bizantinos y en Roma como la fiesta del nacimiento de la Bienaventurada Virgen María.
Las iglesias de Santa Marta al igual que el resto del mundo realizan hoy una misa solemne a la Virgen recordado la importancia de esta en la comunidad católica colocándola como un ejemplo para la humanidad.
Desde muy antiguo se tienen noticias de esta fiesta de la Virgen, primero en oriente y luego en la Iglesia universal. Esta festividad, en la que se conmemora el nacimiento de la que habría de ser la Madre de Dios, y también Madre nuestra, está llena de alegría. Su llegada al mundo es el anuncio de la Redención ya próxima. Muchos pueblos y ciudades, bajo diversas advocaciones celebran hoy su fiesta.
El nacimiento de la Virgen María es un anuncio del nacimiento de Jesús, el preludio de la Buena Nueva. La llegada de esta niña al hogar de san Joaquín y santa Ana significa para el mundo la verdadera esperanza y la aurora de la salvación.
Entre las fiestas con que la Iglesia honra a su Madre, es lógico que ocupe un lugar importante el recuerdo de su nacimiento. La llegada al mundo de la que habría de ser Madre de Dios, es un anuncio y un anticipo de la redención obrada por Jesucristo. Concebida sin mancha de pecado, María nace llena de gracia y de santidad.
Recordemos hoy también nosotros que hemos recibido de Dios una llamada a la santidad, a cumplir una misión concreta en el mundo. Además de la alegría que nos produce siempre el contemplar la plenitud de gracia y la belleza de Nuestra Señora, también debemos pensar que Dios nos da a cada uno las gracias necesarias y suficientes, para llevar a cabo nuestra vocación específica en medio del mundo. También hoy podemos considerar que es lógico que deseemos festejar el aniversario del propio nacimiento porque Dios quiso expresamente que naciéramos, y porque nos llamó a un destino eterno de felicidad y de amor.
No dejemos de festejar hoy a Nuestra Señora con esas delicadezas propias de los buenos hijos.
Oracion:
Concede, Señor, a tus hijos el don de tu gracia, para que, cuantos hemos recibido las primicias de la salvación por la maternidad de la Virgen María, consigamos aumento de paz en la fiesta de su nacimiento.
Amén.
sábado, 30 de julio de 2011
martes, 12 de julio de 2011
El Rosario compromiso de vida
El Rosario es un modo, una manera de orar que admite diversidad de formas. La aquí descrita no es la única ni la mejor, tal vez sí la más habitual y quizá la más denigrada. Y es que el Rosario es un medio de oración y como tal ha de ser comprendido y utilizado.
Rezamos en la oración conclusiva: "Concédenos, Señor, al contemplar los misterios de tu Hijo,imitar lo que proponen"... Lo que importa es orar "en espíritu y verdad". Lo que no es aceptable es realizar el culto sin comprometerse con la actitud que él indica:
"¿Cómo se podría considerar, en los misterios gozosos, el misterio del Niño nacido en Belén sin hacerse cargo del sufrimiento de los niños en todas las partes del mundo? ¿Cómo podrían seguirse los pasos del Cristo revelador, en los misterios de la luz, sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada día?
¿Cómo contemplar a Cristo cargado con la cruz, crucificado, sin sentir la necesidad de ser el cirineo de cada hombre aquejado por el dolor y oprimido por la desesperación? ¿Cómo contemplar la gloria de Cristo sin sentir el deseo de hacer este mundo más justo, más cercano al proyecto de Dios?
La vida contemplativa tradicionalmente ha privilegiado el apartamiento y la segregación pero nuestro retiro ya no tiene nada que ver con la clásica "fuga mundi". Hoy nos urgen los problemas humanos, el estar cerca de ellos.
Contemplar a Cristo en los misterios del Rosario y desde una vida consagrada a esa contemplación es exigencia de ser constructores de bondad y de paz. De nada serviría creernos envueltas en " la nube de la presencia divina" si nuestro corazón, nuestro ánimo y nuestros pies se alejaran del sentir y del sufrir humano, es lo que nos dice el Papa: "El Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa, y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propósito de testimoniar en cada circunstancia la caridad".
Es lo que hizo María atenta y sensible a todas las necesidades, incluso a la de la fiesta. "No tienen vino". Y es lo que se nos pide a las monjas, a las contemplativas, cuando la coyuntura histórica hace que nuestras porterías se llenen de gente pidiendo pan, de gente pidiendo consuelo y sentido para su vivir. De gente que nos pide "enseñadnos a orar". Nos alerta el Papa: "Mientras en la cultura contemporánea... aflora una nueva exigencia de espiritualidad (...) es más urgente que nunca que nuestras comunidades cristianas se conviertan en auténticas escuelas de oración".
Ser escuela de oración, remanso de paz en un mundo de agresividad y violencia, ofrecer palabras de sentido y consuelo, ser "capaces de testimoniar en cada circunstancia la caridad" es lo que se nos está pidiendo hoy a los monasterios. Y lo que desde nuestra precariedad intentamos ofrecer. "¿Cómo contemplar el misterio de Cristo sin sentir el deseo de hacer este mundo más justo, más cercano al proyecto de Dios?"
El Rosario es un modo, una manera de orar que admite diversidad de formas. La aquí descrita no es la única ni la mejor, tal vez sí la más habitual y quizá la más denigrada. Y es que el Rosario es un medio de oración y como tal ha de ser comprendido y utilizado. Áurea Sanjuán Miró
Consejos para rezar bien el Santo Rosario
LA ESCUCHA Y LA MEDITACIÓN SE ALIMENTAN CON EL SILENCIO
La escucha y la meditación se alimentan del silencio. Es conveniente que, después de enunciar el misterio y proclamar la Palabra, esperemos unos momentos antes de iniciar la oración vocal, para fijar la atención sobre el misterio meditado. El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la práctica de la contemplación y la meditación. Uno de los límites de una sociedad tan condicionada por la tecnología y los medios de comunicación social es que el silencio se hace cada vez más difícil. Así como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio, en el rezo del Rosario es también oportuno hacer una breve pausa después de escuchar la Palabra de Dios, concentrando el espíritu en el contenido de un determinado misterio.
San Luis María Grignion de Montfort
Para recitar bien el Rosario, después de invocar al Espíritu Santo, ponte un momento en presencia de Dios y ofrece las decenas como te enseñaré más adelante.
Antes de empezar cada decena, detente un momento, más o menos largo según el tiempo de que dispongas, a considerar el misterio que vas a contemplar en dicha decena. Y pide por ese misterio y por intercesión de la Santísima Virgen, una de las virtudes que más sobresalgan en él o que más necesites.
Pon atención particular en evitar los dos defectos más comunes que cometen quienes rezan el Rosario:
• el primero es el no formular ninguna intención antes de comenzarlo. De modo que si les preguntas por qué lo rezan, no saben qué responder. Ten, pues, siempre ante la vista una gracia por pedir, una virtud que imitar o un pecado por evitar;
• el segundo defecto, en que se cae al rezar el Rosario, es no tener otra intención que la de acabarlo pronto. Procede este defecto de considerar el Rosario como algo oneroso y tremendamente pesado hasta haberlo terminado, sobre todo si te has obligado a rezarlo en conciencia o te lo han impuesto como penitencia y como a pesar tuyo.
Da tristeza ver cómo recita el Rosario la mayoría de las gentes: con precipitación increíble, comiéndose las palabras... No osarías felicitar así al último de los hombres... ¿Crees acaso que Jesús y María se sentirán con ello muy honrados? Después de esto, ¿por qué asombrarte de que las plegarias más santas de la religión cristiana queden casi sin fruto alguno, y de que, después de rezar mil y diez mil Rosarios, no seas más santo?
EL SANTO ROSARIO-Devoción a la Santísima Virgen y rezo del Santo Rosario
La Palabra de Dios en Apocalipsis 12:1-4 y en Génesis 3:15 nos muestra cómo María, la madre de Jesús, venció al enemigo, pisando la cabeza de la serpiente infernal. A través del Rosario, la intercesión de María es poderosa, porque cuando oramos el Ave María, estamos proclamando PALABRA DE DIOS. Lucas 1:28 "Alégrate, llena de gracia; El Señor está contigo" Lucas 1:42. Isabel llena del Espíritu Santo exclamó: "Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!"
El oración del Santo rosario es una de las prácticas piadosas más grandes que tiene la Iglesia Católica. La palabra rosario significa literalmente guirnalda de rosas. Así el rosario es un jardín lleno de amorosas invocaciones a Nuestra Señora.
El rosario es la síntesis de todo el evangelio. El rosario de Nuestra Señora está formado por 20 decenas dedicadas a honrar y meditar 20 misterios de las vidas de Jesús y María En él contemplamos los misterios de la Encarnación (Misterios gozosos), los de la Luz o revelación de Jesús (Misterios luminosos) los de la Redención (Misterios dolorosos) y la vida eterna (Misterios Gloriosos).
El Santo Rosario, fue revelado a San Luis María de Monfort en el siglo XIV. Inicialmente consistía en 150 Ave Marías, en honor a los 150 salmos. La Santísima Virgen lo ha pedido en muchas apariciones, especialmente en 1917 en Fátima. El Pontifice SS Juan Pablo II en su carta apostólica, Rosarium Virginis Mariae (2002), reconoce esta oración como un arma poderosa contra el mal. e incorpora un capítulo nuevo que trata de la presencia admirable de la Madre de Dios en el misterio de Cristo y de la Iglesia, definiendo así los misterios Luminosos.
Cada día millones de personas rezan el rosario a la Santísima Virgen María y lo hacen como medio para vencer la maldad de nuestra sociedad, para lograr la paz en las almas y en el mundo, y alcanzar favores de su amado Hijo Jesucristo a través de su poderosa intercesión. Pues la Santísima Virgen María Madre de Cristo y madre de la Iglesia continua en el cielo ejerciendo su oficio materno con respecto a los miembros de Cristo.
El oración del Santo Rosario es un arma poderosa para la conversión de los pecadores, para la conversión del mundo, para mejorar la vida, para derrotar a Satanás y alcanzar el cielo. El mundo de hoy se ahoga en un océano de impiedad e inmoralidad es por eso que nuestra señora como madre tierna y amorosa pide a sus hijos que se conviertan y vuelvan a Dios. Nuestra Señora ha pedido que se rece devotamente el Santo Rosario para que su hijo detenga la justa mano de Dios.
El Santo Rosario es la cadena con la que se atará a Satanás. La hermana Lucía dijo, según lo revelado por nuestra Señora, que no existes problemas que no puedan ser solucionados con el oración del Santo Rosario. Los Papas Pío IX y X han enseñado que el rosario es la oración más poderosa y que más toca el corazón misericordioso de Dios.
Cuando rezamos a la Santísima Virgen María lo hacemos con confianza porque ella es la corredentora y medianera de todas las gracias. Por su maternal intercesión recibimos las gracias de Jesucristo. A ella podemos confiarle nuestras necesidades seguros que ella como madre amorosa las presentará ante el trono de su divino hijo nuestro señor Jesucristo Oremos el santo rosario desde lo mas profundo de nuestro corazón pidiendo a María su amorosa intercesión. Oremos esa antigua pero actual oración de nuestra fe: El Santo Rosario
"El Rosario es mi oración predilecta.
¡Plegaria maravillosa! Maravillosa en su sencillez y en su profundidad.
En esta plegaria repetimos muchas veces
las palabras que la Virgen María oyó del Arcángel
y de su prima Isabel.
Palabras a las que se asocia la Iglesia entera".
Juan Pablo II
¡Plegaria maravillosa! Maravillosa en su sencillez y en su profundidad.
En esta plegaria repetimos muchas veces
las palabras que la Virgen María oyó del Arcángel
y de su prima Isabel.
Palabras a las que se asocia la Iglesia entera".
Juan Pablo II
viernes, 8 de julio de 2011
EL TALENTO DE UNA MUJER DIO ORIGEN A LA REVOLUCION MISIONERA DE LA IGLESIA
Mensaje de Juan Pablo II en el bicentenario de Pauline-Marie Jaricot
Fundadora de la Obra de la Propagación de la FE
CIUDAD DEL VATICANO, (ZENIT).
- Una nueva atención por los pobres y la convicción de que la misión es una tarea de todos los bautizados: estas son las dos lecciones del mensaje y acción que ha dejado Pauline-Marie Jaricot, quien en el siglo pasado lanzó en Lyón la obra de la Propagación de la Fe, corazón de lo que hoy son las Obras Misionales Pontificias.
En un mensaje redactado con motivo de los doscientos años del nacimiento de esta mujer, celebrado en estos días en Lyón y París, Juan Pablo II subraya la actualidad de su testimonio: «Porque se dejó tocar por los pobres y por la miseria de los que no conocen a Dios, Pauline creó una colecta para la actividad misionera de la Iglesia». Asi mismo, recuerda el pontífice, se entregó a la evangelización de los ambientes obreros de la región donde vivía,
y comenzó proyectos sociales para instaurar la justicia en el mundo del trabajo.
«Sus intentos fracasaron en aquel momento -añade-, pero preparó
misteriosamente una renovación en el compromiso social de la Iglesia que sería desarrollado en la encíclica de León XIII, "Rerum Novarum"».
La obra de Pauline, que adquiere connotaciones realmente extraordinarias si se tiene en cuenta la condición social de la mujer en aquellos tiempos, se inspiró «en una profunda e intensa vida espiritual, en la que ella encontraba su energía para la misión», explica el pontífice. «Muy pronto -recuerda-, manifestó su deseo de convertirse en una "Eucaristía viviente", de dejarse llenar por la vida de Cristo y de unirse profundamente a su sacrificio».
El Santo Padre invita a las comunidades eclesiales a intensificar la
colaboración con las misiones, acogiendo a los jóvenes de las Iglesias de creación reciente (sacerdotes, religiosas, religiosos, seminaristas o laicos) para ofrecerles una formación humana y espiritual o aportando ayuda a las diócesis más pobres. «Todos nosotros estamos llamados a compartir lo que hemos
recibido -explica Juan Pablo II-. Como Pauline demostró, la misión es un asunto de todos los bautizados, cada uno puede ser, según sus modestas posibilidades, "la cerilla que enciende el fuego"».
Pauline Jaricot nació en 1799 en el seno de una familia católica de la pequeña burguesía. A los 17 de años de edad, decidió consagrarse a Cristo. Cuando su hermano Philéas estaba a punto de entrar en el seminario de las Misiones Extranjeras de París, Pauline promovió la primera colecta por las misiones. A
los 19 años, lanzó una colecta misionera llamada «Una moneda a la semana». En la práctica, grupos de diez personas destinaban cada uno por semana una moneda destinada a las misiones. Este método de recolección de fondos para las misiones fue adoptado, en 1822, por el grupo de fieles de Lyón que fundó la Propagación de la Fe. En 1826, Jaricot comenzó el Rosario Viviente que en
pocos años agrupó a un millón de fieles. Cinco años después, esta iniciativa desembocó en la fundación de una comunidad de Hijas de María.
Con el deseo de ofrecer una contribución social a la crisis que en 1845 afectó a los obreros de la industria textil, Pauline Jaricot construyó una cooperativa denominada «Obra de las obras». Los gastos de la construcción y la gestión de esta iniciativa fueron ingentes, hasta el punto de que la fabrica tuvo que cerrar y Pauline se vio obligada a vivir en la miseria hasta la muerte. Las 115
direcciones de las Obras Pontificias Misioneras de diferentes países del mundo se inspiran hoy en su obra y carisma.
En un mensaje redactado con motivo de los doscientos años del nacimiento de esta mujer, celebrado en estos días en Lyón y París, Juan Pablo II subraya la actualidad de su testimonio: «Porque se dejó tocar por los pobres y por la miseria de los que no conocen a Dios, Pauline creó una colecta para la actividad misionera de la Iglesia». Asi mismo, recuerda el pontífice, se entregó a la evangelización de los ambientes obreros de la región donde vivía,
y comenzó proyectos sociales para instaurar la justicia en el mundo del trabajo.
«Sus intentos fracasaron en aquel momento -añade-, pero preparó
misteriosamente una renovación en el compromiso social de la Iglesia que sería desarrollado en la encíclica de León XIII, "Rerum Novarum"».
La obra de Pauline, que adquiere connotaciones realmente extraordinarias si se tiene en cuenta la condición social de la mujer en aquellos tiempos, se inspiró «en una profunda e intensa vida espiritual, en la que ella encontraba su energía para la misión», explica el pontífice. «Muy pronto -recuerda-, manifestó su deseo de convertirse en una "Eucaristía viviente", de dejarse llenar por la vida de Cristo y de unirse profundamente a su sacrificio».
El Santo Padre invita a las comunidades eclesiales a intensificar la
colaboración con las misiones, acogiendo a los jóvenes de las Iglesias de creación reciente (sacerdotes, religiosas, religiosos, seminaristas o laicos) para ofrecerles una formación humana y espiritual o aportando ayuda a las diócesis más pobres. «Todos nosotros estamos llamados a compartir lo que hemos
recibido -explica Juan Pablo II-. Como Pauline demostró, la misión es un asunto de todos los bautizados, cada uno puede ser, según sus modestas posibilidades, "la cerilla que enciende el fuego"».
Pauline Jaricot nació en 1799 en el seno de una familia católica de la pequeña burguesía. A los 17 de años de edad, decidió consagrarse a Cristo. Cuando su hermano Philéas estaba a punto de entrar en el seminario de las Misiones Extranjeras de París, Pauline promovió la primera colecta por las misiones. A
los 19 años, lanzó una colecta misionera llamada «Una moneda a la semana». En la práctica, grupos de diez personas destinaban cada uno por semana una moneda destinada a las misiones. Este método de recolección de fondos para las misiones fue adoptado, en 1822, por el grupo de fieles de Lyón que fundó la Propagación de la Fe. En 1826, Jaricot comenzó el Rosario Viviente que en
pocos años agrupó a un millón de fieles. Cinco años después, esta iniciativa desembocó en la fundación de una comunidad de Hijas de María.
Con el deseo de ofrecer una contribución social a la crisis que en 1845 afectó a los obreros de la industria textil, Pauline Jaricot construyó una cooperativa denominada «Obra de las obras». Los gastos de la construcción y la gestión de esta iniciativa fueron ingentes, hasta el punto de que la fabrica tuvo que cerrar y Pauline se vio obligada a vivir en la miseria hasta la muerte. Las 115
direcciones de las Obras Pontificias Misioneras de diferentes países del mundo se inspiran hoy en su obra y carisma.
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