Mis queridos hijos: os doy continuamente signos y demostraciones de mi amor.
Cuantas veces os habéis preguntado: ¿porque a nosotros y a los otros no?
No os preocupéis de todo eso, mi hijo Jesús sabe todo, dispone cada cosa, vosotros agradecédselo. Porque os ayuda a amar y a perdonar.
Mis queridos hijos, estáis entrando en el periodo de la pasión de mi hijo Jesús.
Cada uno de vosotros está viviendo momentos de sufrimiento: moral, físico, y espiritual, estas pruebas son muy dolorosas, pero sirven para fortalecerlos y acercarlos más a dios.
Todo este tipo de sufrimiento, el día de mañana, se cambiara en alegría.
Jesús sacramentado debe ser vuestra arma, que junto con el santo rosario, destruye a satanás.
El demonio esta siempre dispuesto a hacer caer a las almas débiles y titubeantes, en el amor de dios.
Permaneced siempre unidos en la oración, en el amor, aceptad las pruebas con serenidad y abandono, porque esto os ayudara muchísimo a crecer en santidad y a convertir a vuestros hermanos.
Amad a mi hijo Jesús, él tiene necesidad de vuestros sufrimientos y vuestras oraciones.
Amaos recíprocamente y amad a este pequeño “cenáculo”.
Como yo los amo.
No me cansare nunca de repetiros: orad, orad, orad.
¡Si supierais cuantas almas tienen necesidad de vuestra ayuda!
Junto con el sacerdote, os bendigo y os cubro con mi manto materno.
Id en paz de Dios padre, de Dios hijo, de Dios espíritu santo.
Alabado sea Jesucristo.
Roma 1º. De abril de 1990 6: 00 p. M.
Mensaje de la “madre de la eucaristía”.
Ayer les hable del santo rosario, no lo olvidéis nunca. Rezadlo siempre. todos los días.
Orad, orad, orad.
Además, acordaos de confesaros una vez al mes, porque todo sacramento aumenta la gracia y todos tenéis necesidad, para subir al paraíso.
Yo os espero, todos los esperamos, no hay edad para partir e ir al paraíso, se puede subir pronto o tarde, lo importante es ganarse el paraíso, yo, la madre rezo mucho por: los niños, los ancianos, los adultos y por todas las personas que tienen muchas necesidades.
Me encomiendo siempre a vuestras oraciones, ayudaos mutuamente, rezad el uno por el otro, amaos mutuamente, rezad el uno por el otro, amaos mutuamente, y no os detengáis en las cosas pueriles, sino seguid adelante, subir, crecer siempre, que vean que habéis madurado, que os habéis vuelto mayores. Tenéis que seguir adelante, subir, crecer siempre.
Recordad la importancia del primer sábado de mes, rezad para que las personas vayan al paraíso, rezad por los enfermos, que son muchos.
Bendigo a mi santo obispo.
Bendigo a ustedes y a vuestros seres queridos.
Bendigo vuestros objetos sagrados.
Bendigo a los niños.
Bendigo a los enfermos.
Os traigo en mi corazón y os cubro con mi manto materno.
Id en paz de dios padre, de dios hijo, de dios espíritu santo.
Alabado sea Jesucristo.
Adiós a todos.
Roma 7 de marzo de 2009 7:10 pm (carta de dios).
Mensaje de “madre de la eucaristía”.
Mis queridos hijos, os he dicho “yo soy la madre de la eucaristía”, y me gustaría que mi imagen fuese puesta en lugar privilegiado en vuestra casa, porque la “madre de la eucaristía”, es la madre de todos, es la madre del mundo entero.
(Carta de dios, 29 de julio de 1990).
Nuestra señora – “yo soy la madre de la eucaristía”, y poco a poco todos me conocerán bajo este nombre.
Yo soy la madre de Jesús, que hoy y siempre lo quiere para quien lo busque, está presente en medio de vosotros, en los tabernáculos de todas las iglesias.
Yo soy la “madre de la eucaristía”. Pero no todos aceptaran este nombre que cierra la historia.
Surgirán envidias y a causa de estas sufriréis, pero los hombres no podrán impedir que dios realice sus planes.
Cuando me invoquéis – madre de la eucaristía ruega por nosotros – os concederé lo que pidáis si está conforme a la divina voluntad; ya han sido obtenidas gracias espirituales y físicas con esta invocación.
yo deseo ser invocada y amada como “madre de la eucaristía”.
(Carta de dios, 11 de febrero de 1992).
Nuestra señora – yo soy “madre de la eucaristía”.
y bajo este nombre tendrán que conocerme todos.
Tenéis el paraíso con vosotros: la eucaristía.
(Carta de dios, 7 de mayo de 1994).
Nuestra señora – os invito a hacer conocer a la “madre de la eucaristía”, os invito a orar hasta que triunfe la eucaristía.
Orad a mi hijo Jesús, habrá mucha discordia por este triunfo. Mis queridos hijos, me han dado muchos títulos, todos hermosos, todos maravillosos, pero el titulo más grande, más hermoso que lo abarca todo es: “madre de la eucaristía”.
(Carta de dios, 7 de may0 de 1994).
Nuestra señora – la eucaristía es vez de ser un sacramento de amor, de encuentro entre dios y el hombre, da miedo al que consagra, pero la eucaristía triunfara, la “madre de la eucaristía”, triunfara, vuestra dura batalla triunfara.
hijitos míos, primero siempre hay un jardín de Getsemaní, pero yo estaré con vosotros, os acompañare siempre, el demonio no podrá triunfar en vosotros.
(Carta de dios, 29 de junio de 1994).
Nuestra señora – haceos apóstoles, haced conocer a la “madre de la eucaristía”, la madre de Cristo. Yo os digo, haced conocer este nombre, es importante, muy importante, hacedlo conocer: habrá luchas también por este nombre, pero después la eucaristía triunfara. el que tiene miedo de hacer conocer mi nombre no es un buen cristiano.
(carta de dios, 9 de octubre 1994).
Nuestra señora – os he dicho muchas veces que estas son las apariciones más batalladas, mas combatidas, pero las más hermosas y las más importantes. No quieren que el nombre de “madre de la eucaristía”, triunfe, no quieren escuchar los mensajes, no quieren tener entre las manos aquella pequeña imagen que ayuda a orar y a recibir las gracias que cada uno necesite.
(Carta de dios, 4 de marzo de 1995).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.